La “toña” en Pasarón de la Vera

El otoño o “la toñá” como me decía mi abuela Margarita es el momento del año perfecto para acercarte y disfrutar de un tiempo más calmado, sin prisas y perfecto para descubrir y disfrutar de rincones únicos bajo la luz y colores típicos de esta estación.

Desde pasarondelavera.org te proponemos el encanto de Pasarón de la Vera para disfrutar de una escapada perfecta.
La situación geográfica del municipio hacen de él un rincón con un microclima idóneo para que la naturaleza se muestre en todo su esplendor. Las condiciones climatológicas, la flora, fauna y la variedad paisajística hacen de este pueblo un lugar especial para disfrutar de los encantos del otoño.
El sol está cada vez más bajo en el horizonte y las luces son más suaves. Los colores se acentúan y nos muestran mayores contrastes y relieves. Es el tiempo de las setas, de castañas (calvotes), de madroños, de aceitunas, de visita a nuestros seres queridos ya fallecidos; es tiempo de pitarras, de aguardiente. Es tiempo de color y mucha magia.  Durante octubre y noviembre nuestros campos se cubren de un manto multicolor impresionista: los ocres de los castaños, los amarillos de las higueras, los marrones de los robles, los rojos de los cerezos y los verde de los madroñales. El musgo en las rocas, los senderos cubiertos de hojas de mil colores, el sonido del agua en la Garganta Redonda, el Arroyo Godino, el sonido de las primeras Cajas de la Cofradía del Niños, el liquen en las cortezas de los árboles te ofrecen el escenario ideal para el deleite de los sentidos.

Es tiempo de paseos a caballo, de rutas senderistas o de bicis de montaña por sus múltiples senderos y pistas.

Una propuesta particular: un paseo nocturno por las calles y plazas del entorno urbano donde contemplar la riqueza patrimonial, escuchar las palabras de las piedras, recordar el pasado histórico y sentir como varios siglos pasan ante tus ojos.

En fin, una experiencia digna de ser vivida.