Buceando en los Libros de Cuentas de la Cofradía de la Ntra. Sra. de La Blanca aparece una anotación en la cual se señala que en el año 1768 D. Antonio Moreno Bote, y su mujer, Dña. Francisca de Acevedo y Miranda, regalan a la Hermandad una estampa de la virgen para que vendan sus reproducciones y así puedan obtener recursos económicos para la misma.
Varias fueron las ediciones de su original. La que aquí aparece es una reproducción financiada por D. Antonio Timón Muñoz en 1894.
El contenido de la estampa muestra en el centro la imagen de Ntra. Sra. en un pequeño retablo. En la parte inferior nos muestra un plano del recinto de la Ermita y donde pueden verse las dos entradas, una de ellas formada por arco de medio punto y rematada con tejadillo a cuatro aguas, el pozo, la iglesia con el soportal del ala oeste, y anexa, la taberna. Frente a la misma, se sitúan los inmuebles destinados a casa de ermitaño y local de la cofradía. Detrás del camarín vemos la plaza de toros y a la derecha el huerto de ermitaño.
En la parte superior aparece una especie de lazo escrito con un pequeño párrafo transcrito de la bula (hoy desaparecida) otorgada por el papa Paulo V en 1608. Se trata de una bula que permitía 160 días de indulgencia plenaria en el día de la inscripción en la cofradía y también en el día de la muerte del cofrade.
Esta estampa nos dice mucho de la grandiosidad que ha tenido a lo largo de la historia la Cofradía de la Virgen Blanca y su santuario. Desgraciadamente hoy no puedo decir lo mismo, su declive y decrepitud es manifiesta.
Me gustaría que todo/as lo/as pasaroniego/as reflexionaramos sobre, no sólo sobre esta cofradía, sino sobre todo este legado cultural trasmitido durante siglos y que, más pronto que tarde, emprendiéramos acciones para revitalizarlo y engrandecerlo.
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