Sobriedad es la característica con la que podíamos distinguir la Semana Santa de Pasarón de la Vera. Desde hace dos décadas las influencias que podíamos denominar “andaluza” y la teatralización de la Pasión de Jesús lo maquillan todo. En palabra del profesor Alonso Ponga se ha “absorbido elementos extraños o foráneos” que ponen en peligro sus rasgos característicos y advierte que ““pervivirán aquellas Semanas Santa que verdaderamente tengan algo que transmitir, aquellas en las que las tradiciones se renueven a través del interior de los protagonistas, a través de los sentimientos”.
Según los Libros de Cuentas de la Parroquia en Pasarón de la Vera destacaban la procesión de disciplinantes, posiblemente la noche de Jueves Santos, o la procesión de Las Túnicas, a lo que habría que añadir el “monumento” que se realizaba en la Plaza de la Iglesia, antes Plaza del Cementerio.
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