Ayer nos dejó nuestra querida y entrañable vecina Florentina García D.E.P.

Un día de 1998 el municipio recuperaba un emblemático edificio, rehabilitado en Hotel, por decisión de la familia Ayala Lanciano y al que denominaron La Casa de Pasarón.

Un poco de historia.

En palabras del Arquitecto D. Fernando Serrano San Pedro,  el edificio es de planta rectangular y dos alturas, más el desván y un pequeño semisótano. Fue construido a principio del siglo  y corresponde a una tipología señorial y palaciega con influencias italianas en los ornamentos exteriores de fachada. Presentan en sus cuatro esquinas cantería en sillares de buena traza así como en recercado de hueco y zócalo en planta baja y voladizos de balcones en primera planta. La portada con recercados de granito moldurado es un elemento singular y noble rematado con figuraciones geométricas de obra sobre su dintel.

La estructura portante es de muros de mampostería ordinaria con conglomerantes naturales de barro. La primera planta  la descargan bóvedas de aristas y se accede a ella por escalera de granito de gran ámbito.

El techo de primera planta y suelo del deván lo constitutuyen un entramado oculto tras un falso techo de cal y cañizo. La cubierta a cuatro aguas es igualmente un armazón de madera, ripia y teja árabe.

En cuanto al revestimiento del suelo dispone de baldosas hidráulicas y paredes enlucidas, las más nobles con decoración en fenefas de papel pintado y motivos al temple.

El edificio dispone de huerto/jardín en las traseras, atravesado por arroyo.

En 1995, fruto del abandono y de los empujes de la cubierta,  el muro lateral derecho en su primera planta se desmoronó, lo que provocó la pérdida de estabilización de  la cubierta.

El proyecto de rehabilitación  se encomendó por parte de Dña. Inés Lanciano Domínguez  en 1996  al arquitecto placentino D. Fernando Serrano San Pedro, para  “ su conversión en Casa Rural e incorporarlo al catálogo de oferta turística de Extremadura”.

No en vano, ha sido el primer  alojamiento turístico  y referente en cuanto a la rehabilitación  de edificio histórico en la localidad.

Veinticinco años después se ha convertido en “un hotel singular”, un espacio de intercambio, de cercanía y de vivencias por el que han pasado más de 40.000 personas.

Felicidades a Susana y Leo, con vosotros empezó todo.

Un año más, coincidiendo con la celebración del 8 de septiembre,  los Amigos del Palacio celebramos el acto cultural en los jardines del Palacio  de los Condes de Osorno.

Iniciaremos la jornada con la bienvenida y  la elaboración en vivo de un postre, buñuelos de higos, realizado por el Chef Rafa con higos de la localidad.

Como preámbulo  decir que la primera mención histórica del cultivo de la higuera en Pasarón de la Vera data de 1503 donde Lucio Marineo Sículo, en su obra De Rebus Hispaniae Memorabilibus, describe textualmente: “… y mas embaxo deste vimos a Pasaron puesto en un valle que paresce altar en medio la tribuna del templo/lugar muy fructífero de todos generos de arboles: y especialmente de higos que son allí innumerables..”

Continuaremos  con la entrega  del reconocimiento  Amigo del Palacio 2023 a D. Mariano Pizarro Luengo.  Nuestro reconocimiento  por su contribución con  los valores culturales, etnográficos y antropológicos  de Pasarón de la Vera.

Y finalizaremos con un cóctel donde degustaremos, entre otros,  los buñuelos de higos elaborados previamente por Rafa.

                                                                          Os esperamos

Ayer nos dejó nuestra querida y entrañable vecina Isidora Fernández Suárez, Tía Isidora La Ría, D.E.P.

Ayer nos dejó para siempre nuestro entrañable y querido vecino Julián Serradilla D.E.P.

Ayer nos dejó nuestro querido y entrañable vecino D. Francisco Boyo, Tío Kiko Chaqueta. D.E.P.

La paleógrafa P.R.V. nos ha transcrito la escritura de obligación donde por primera vez se menciona al Rollo que está en la Plaza del Ayuntamiento. Adjunto un párrafo sobre ello:

(cruz) Rollo

Sepan cuantos esta escritura de obligación vieren como nos, Juan Moreno (….) y Martín Pavón otorgamos y conocemos por esta presente carta que nos obligamos por nuestras personas e bienes muebles y raíces, habidos y por haber, de que en todo este mes de junio de este presente año de noventa y siete (1597) quitaremos el rollo que está en la plaza de la dicha villa, sin quebrar piedra ni pieza de él ninguna y lo asentaremos y pondremos a nuestra propia costa en el repanadero, fuera de la dicha villa, a donde está asignado, por quince ducados a contento de la justicia y regidores de la dicha villa conforme a la postura y remate que en él fue rema[ta]do en el dicho Juan Moreno (…)

La fiesta de los toros  es para la mayoría de los pasaroniegos   una de las  más, importantes del pueblo, donde los protagonistas no son otros que los vecinos del pueblo y  nos  guste más o menos, nos parezca una costumbre decimonónica o una realidad incuestionable, lo veamos como un atentado a los derechos de los animales o como una importante seña de identidad, nos parezca mala o buena, lo cierto es que resulta innegable la densa presencia del toro y todo lo que rodea a éste en la cultura pasaroniega.

Ya reguló el Concejo de la Villa en 1565 algunos de los aspecto del mismo e imponía al carnicero que fuere en esta villa  sea obligado de dar el alegría de un toro el dia de señor  San Salvador que es la vocación de esta villa  de su Iglesia y a de ser bueno de cuatro años arriba, cojudo y ha de dar ençerrado en el toril a la puesta del sol la víspera de San Salvador o una hora después Todo a de ser a costa de dicho carnicero y el Conçejo sea obligado a  comer el dicho toro