EL TORO VETTÓN DE PASARÓN DE LA VERA

El toro vetton.

 Los verracos son figuras esculpidas en granito que suelen representan toros, cerdos, jabalíes y en ocasiones, animales no identificados. Los verracos son algo exclusivo de los vettones, pueblo celtibérico establecido en las actuales provincias de Ávila, Salamanca, el sur de Zamora, el oeste de Toledo y el norte de Cáceres, aunque ya sabemos que es difícil delimitar con precisión los territorios que abarcaba cada tribu.

En relación al Toro o Verraco de Pasarón sabemos de su existencia a través de las descripciones que nos han hecho llegarlos siguientes autores y que trascribo literalmente.

1.- José Ramón Mélida (1914-1916). Monumento figurativo.

Toro: existe cerca de Pasarón (Partido de Jarandilla), en la Vera de Plasencia, es de granito.

Como los anteriores está expuesto a cualquier  atentado de la ignorancia.

2.-Públio Hurtado (1902)

En muchos lugares de la región de Plasencia se tiene como cierta la existencia de tesoros  y se han constituido numerosos y poderosas sociedades para buscarlos; hago alusión , sobre todo, al caso del Cerro del Berraco, no lejos de Pasarón. En la solidad del berrocal habla, dícese, un toro petrificado con esta inscripción entre los cuernos : “ DONDE MIRA EL TORO ESTÁ EL TESORO”.

3.-Ramón y Fernández Oxea (1955)

En la primera mitad del siglo pasado existía en el alto denominado “ Cruz del Cerro” un verraco tallado en piedra con el que solía jugar los mozalbetes en sus ratos de holganza invernal. Un hombre del pueblo había soñado en repetidas ocasiones que en la Puerta del Sol de Madrid tenía su suerte y allá se encaminó un buen día seguro de encontrarla. Tan pronto llegó a la capital fue al sitio previsto en sus sueños y estuvo dos días paseando por las aceras de la popular plaza madrileña sin que ocurriese nada de extraño, pero al tercero se la acercó un individuo que le había estado observando los días  anteriores y le preguntó porqué estaba allí dos días seguidos con aquel aire expectante. El verato le explíco detalladamente su sueño y el otro le constestó; “ No habas caso de los sueños, pues no hace mucho que yo también soñé que en un pueblo había un verraco de piedra que por dentro estaba lleno de oro” El de Pasarón relacionó esta referencia con sus sueños de riqueza y con el verraco de la “Cruz de Cerro”,  y regresando  a su pueblo se apoderó de dicho monumento, no habiendo vuelto a tenerse noticias de él porque , sin dudas, acabó destrozado por la ambición del soñador de tesoros.

No son precisamente figuras con mucho detalle sino más bien todo lo contrario: son esculturas de formas convencionales y reconocibles, casi abstractas. Algunos presentan órganos sexuales masculinos pero sin embargo, no existe ninguno con órganos sexuales femeninos.

Todos los hallados hasta ahora tienen la misma postura, de pie, aunque de algunos se puede deducir que se hallan en posición de embestida. Las medidas pueden variar de unos a otros: los hay de medio metro de largo y otros que casi alcanzan los tres metros. En cuanto a la tipología, se han destacado cinco clases de toros y cuatro clases de cerdos lo que se ha interpretado como distintos estilos pertenecientes a diferentes talleres regionales.

   Teorías formuladas alrededor del posible significado de los verracos:

  1. Significado funerario: existen algunos verracos que son contenedores o cierres de sepulturas ya en época romana, lo que no quiere decir que fueran esculpidos por romanos ni en época romana sino que seguramente se reutilizarían con este fin.
  2. Demarcadores de zonas de pasto: según esta teoría, las élites usarían los verracos para señalar los territorios que les pertenecían. Esto podría explicar los distintos estilos de esculturas que existen.
  3. Protectores del ganado: ya que el ganado era la principal base económica de los vettones, no sería raro que los verracos actuaran como una especie de enormes amuletos o talismanes que servían para proteger a los animales.
  4. Elemento identitario: ya que algunos verracos se han encontrado en las zonas fronterizas con los galaicos, astures, carpetanos y oretanos, se ha sugerido que los verracos también podían delimitar las fronteras con estos pueblos.
  5. En cualquier caso, parece ser que los verracos servirían de emisores de un mensaje colectivo, algo que todo el mundo comprendería nada más ver las figuras en la distancia.

BIBLIOGRAFÍA

CELTICA HISPANA
BLANCO FREIJEIRO, A. (1988), Las estatuas de verracos y las fíbulas zoomorfas celtibéricas en Espacio, Tiempo y Forma, Serie II, Historia Antigua, t 1, pp. 69-78
RUIZ ZAPATERO, G y ALVAREZ SANCHIS, J. (2008), Los verracos y los vettones en Arqueología vettona: la Meseta Occidental en la Edad de Hierro, pp. 215 – 231

G ONZALO RUIZ ZAPATERO/JESÚS ÁLVAREZ-SANCHÍS/ Los verracos y los vettones